Las FDI han llegado al «extremo de sus capacidades» en la lucha contra Hamás, la prolongación del conflicto traerá rendimientos decrecientes, dicen los funcionarios de EE.UU.
Los rehenes, la situación humanitaria y el Estado palestino son preocupaciones importantes para EE.UU.
Un artículo publicado el miércoles en The New York Times citaba a altos funcionarios estadounidenses que deducían que «Israel ha conseguido todo lo que podía militarmente en Gaza», argumentando que no es probable que nuevas acciones militares desmantelen el grupo terrorista Hamás.
Los funcionarios estadounidenses reconocieron que Israel ha debilitado significativamente a Hamás, pero afirmaron que no ha eliminado por completo al grupo. Afirmaron además que continuar con la acción militar entraña el riesgo que se produzcan más víctimas civiles sin lograr la promesa de «victoria total» del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Los funcionarios reconocieron que la campaña militar de Israel en Gaza ha infligido daños sustanciales a Hamás, más de los previstos inicialmente por los analistas estadounidenses.
Las fuerzas israelíes consiguieron desbaratar las operaciones de Hamás, eliminando a unos 17.000 combatientes, así como capturando o eliminando a la mitad de la cúpula de las Brigadas Qassam, incluidas figuras destacadas como Mohammad Deif y Marwan Issa.
Sin embargo, sostuvieron que Hamás sigue siendo una amenaza significativa y es poco probable que pueda ser erradicada por completo sólo por medios militares.
Mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel tienen libertad de movimiento en toda Gaza y han interrumpido significativamente las líneas de suministro, según el artículo, Hamás se ha replegado en el extenso sistema de túneles y se ha incrustado entre la población civil.
Un argumento importante planteado por los autores del artículo es que el objetivo de recuperar a los 115 rehenes restantes no puede lograrse únicamente mediante operaciones militares. La diplomacia es esencial para su retorno, argumentaron.
Sin embargo, los autores reconocieron una discrepancia entre la valoración de los dirigentes militares estadounidenses y la de los militares israelíes.
Los mandos de las FDI siguen insistiendo públicamente en su compromiso de alcanzar todos los objetivos principales de la guerra, incluido el retorno de los rehenes.
El artículo señalaba que varios ex dirigentes destacados de las FDI han empezado a dudar públicamente de esta valoración y se alinean más con la postura estadounidense.
El gobierno de Biden ha estado negociando activamente un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes para hacer frente a la situación, y funcionarios de alto nivel, entre ellos el director de la CIA William Burns y el coordinador para Oriente Medio Brett McGurk, han viajado a la región para mantener conversaciones.
A pesar del éxito de Israel en la interrupción de las operaciones de Hamás y en la toma de zonas cruciales, persisten los desafíos debido al uso de túneles por parte de Hamás y a su capacidad de reagruparse. La estrategia de las FDI ha encontrado dificultades para mantener a largo plazo el control sobre los territorios tomados.
Aunque los funcionarios estadounidenses creen que Israel ha logrado una victoria militar significativa, hay escepticismo sobre la eficacia de las tácticas de las FDI, que algunos en Estados Unidos han descrito como «Whack-a-Mole». Funcionarios israelíes, como el ex general de las FDI Yaakov Amidror, sostienen que se necesita más tiempo y una presión militar continuada para garantizar el éxito a largo plazo.
Amidror sugiere que Israel se centre en operaciones de alta intensidad en Gaza durante otros dos o tres meses, seguidas de incursiones prolongadas basadas en inteligencia para neutralizar las amenazas restantes. Advierte de que poner fin al conflicto prematuramente podría permitir a Hamás recuperarse y recobrar fuerzas.
Los funcionarios estadounidenses señalaron que aunque las operaciones israelíes, especialmente en Rafah, han interrumpido las rutas de suministro de Hamás y han aislado aún más a Gaza, este aislamiento ha empeorado la situación humanitaria en Gaza.
Los autores concluyeron que para el mundo occidental, incluida la administración Biden, el mayor objetivo de la guerra es el retorno de los rehenes y la situación humanitaria.
Consideraron que un acuerdo de alto el fuego para los rehenes depende de que se aborden las cuestiones de la devolución de los rehenes y el futuro gobierno de Gaza con pasos que conduzcan a un Estado palestino.
Sin embargo, la falta de una postura articulada públicamente por parte de Israel respecto a la situación posterior al conflicto genera incertidumbre, ya que el futuro gobierno de Gaza posterior a Hamás es una preocupación importante para todas las partes implicadas.
All Israel News Staff es un equipo de periodistas de Israel.